Cerrito Namul
flameando
todo el vuelo de tu falda
zapateas y bailas un wayno
con el gran cerro Azul
tu eterna pareja
que hace
mil garabatos
con su pañuelo
de viento
No hay viajero que entre a Guadalupe sin sentir la omnipresencia del cerro Namul. No hay viajero que no note su cónica silueta. No hay viajero que no divise en la cima del cerro Namul la efigie de la virgen de Guadalupe. Me pregunto si los viajeros notan la tremenda soledad que supura esta breve ubre de piedra. Me pregunto si los viajeros notan acaso que el cerro Namul parece haberse extraviado. Los cerros nunca viven solos, los cerros viven siempre acompañados, los cerros viven siempre formando parte de una cadena montañosa. Esta peculiar característica hace que a veces piense seriamente lo que algunos piensan: el cerro Namul no es un cerro, el cerro Namul es un volcán que hace siglos se ha quedado dormido[2].
Namul
grito de piedra
soledad del ande
El silencio grisáceo guarda en tus faldas coquetas
el baile
de milenarios cantores
El tiempo suspira sin dientes
y orla casitas de barro en tu falda silbadora
Namul
puño pétreo
murmúrame la oscura historia
¡Namul
di que sí
soledad del ande grito de piedra!
En la cima del cerro Namul…
Reposa el monumento de 12m de altura, que el año 1967 se erigiera en honor a la patrona del pueblo: la virgen de Nuestra Señora de Guadalupe. Debido a esto, desde entonces, al cerro Namul se le conoce también como “cerro de la virgen”.
Se ubica el mirador natural de Guadalupe[3]. Desde sus 70m de altura se accede a una vista panorámica privilegiada de 360º de este pueblo milenario.
Entre la cima y la sima del cerro Namul…
Reposan los restos arqueológicos de la cultura Inca[4]. Los incas habitaron estas tierras durante 5 décadas, hasta que llegaron los españoles.
Descansan las 498 escalinatas que permiten a los visitantes recorrer toda su altura.
Reposa una pequeña ermita, donde la noche del 05 de diciembre, de cada año, pernocta la imagen de la virgen de Guadalupe.
En la sima del cerro Namul…
Por orden el virrey Toledo se construye el primer santuario y monasterio de San Agustín. Junto a éste se levantó la comunidad de indios[5] llamada Anlape[6], conocida en aquel entonces como asiento de Guadalupe; conocida hoy como “El Viejo Guadalupe”.
Los vientos de la Barranca
zampoñan los labios
del simio durmiente que es el gran cerro Azul
Pa’l pueblito de Anlape
que siglos antes
floreciera en falda del cerrito Namul
Al lo largo de sus 360º se abre y extiende el actual Guadalupe.
Clavel soledoso
trepadito
del ombligo milenario
parloteas
estirando tu frontera
con el cerro Namul
añoso y silente
perfil de piedra
congelado de tiempo
¿Y si los Albujar y Guarniz aprehendieron del cerro Namul su silencio de piedra?
Mis hermanitos
no arrearon bala perdida…
Yungas
de arcilla cocida
antes que el suspiro egoísta
antes que borrarse con el dedo
al pie
del roto acantilado
beben
la mudez perpetua
que el gran cerro Azul
y el cerro Namul
inmemoriales destilan
Un cerro en el mapamundi…
Las coordenadas geográficas del cerro Namul , según el mapa satelital de Google[7] , son: 7° 14' 41" Sur, 79° 28' 41" Oeste.
Una cerro de letras…
El año 97 nace en Guadalupe un grupo literario. Había que ponerle un nombre. Yo (siempre jalado por aquello de la identidad cultural) propuse Namul. Es así como nace el nombre del único grupo literario de Guadalupe; grupo que acaba de ser incluido en el libro Literatura Regional de La Liberad del reconocido estudioso de la literatura, Saniel Lozano Alvarado.
Un cerro con futuro…
¿Qué sería de los Guadalupanos si un día despertamos, por ejemplo, con un reservorio de agua afeando el lomo del cerro Namul? Quizá nos acostumbremos; dicen que el ser humano es maleable, que se acostumbra absolutamente a todo. Por mi parte pensaría que la construcción sólo fue posible tras una decisión política que ha pasado por alto, o ha desestimado en nombre del desarrollo material del pueblo, el innegable valor histórico e iconográfico del cerro Namul.
El cerrito Namul espera más atención, no para afearlo, no para destruirlo; sino para rescatarlo, embellecerlo, ponerlo en valor, insertarlo en el circuito turístico[8]. Este cerrito singular, este potencial recurso turístico, eleva su grito de piedra a la oreja de un pueblo que parece no escucharlo; sí, de este pueblo milenario que si un día despertara y se topara con la sorpresa de que su cerro Namul se ha ido, seguramente moriría de pena, y de amor, como el sauce Hebaristo.
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[1] Leer el artículo Guadalupe, la ciudad del simio durmiente
[2] Creo que no hay otro pueblo en el Perú que tenga un cerro tan peculiar como el cerro Namul.
[3] Este mirador natural de Guadalupe podría ser aprovechado como recurso turístico.
[4] Recordemos que los cerros (apus) eran adorados por los incas, por lo que es una posibilidad que el cerro Namul corriera la misma suerte.
[5] Los indios que se asientan en Anlape, llamémosles anlapeños, representan realmente a los guadalupanos pre hispánicos.
[6] Anlape es un vocablo de origen pre hispánico cuyo significado se desconoce.
[7]http://www.maplandia.com/peru/la-libertad/pacasmayo/guadalupe/statues/el-cerro-namul/
[8] ¿Por qué no incluir activamente al cerro Namul al movimiento integral de la feria de Guadalupe?