
Mi incertidumbre se resume así:
Primero: ¿Cómo saber, con certeza, si se es o no se es poeta?
Segundo: ¿Cómo saber, con certeza, si se es mal poeta o se es buen poeta?
Tercero: ¿Es lo mismo no ser poeta que ser mal poeta?
Cuarto: ¿Si se escribe circunstancialmente poesía se es poeta?
Quinto: ¿Si se escribe siempre mala poesía, se es mal poeta o se es no poeta?
Sexto: ¿Para qué un poeta malo más si un no poeta equivale a lo mismo?
Principio de la certidumbre poética: El que no escribe poesía no es poeta
Principio del poeta implícito: poeta malo, aunque malo, poeta
Principio de equivalencia poética: Un poeta malo equivale a un no poeta.
Todo ésto se resolvería si un día a alguien se le diera por inventar un poetómetro. ¿Se imaginan someter a los poetas consagrados al poetómetro? ¿Se imaginan someter al poetómetro a aquellos poetas que se llenan la boca diciendo lo genial poeta que son? ¿Se imaginan las consecuencias que traería este pequeño, pero revolucionario invento? ¿Se imaginan al poetómetro emitiendo un sonidito (tu-tu, por ejemplo) cuando el "poeta" en cuestion realmente resulta que no es poeta? ¿Se imaginan la cantidad de detractores poniendo en tela de juicio el veredicto del inefable poetómetro? ¿Se imaginan...?
Nota: no lo tomen tan en serio; la poesía de vez en cuando sabe (o debe) sonríerse.