Thursday, December 24, 2009

noche de paz

Y buscaré
la fórmula ideal
para convertir
pena en alegría
y a la humanidad ver feliz.

Papá Noel sueño ser
para poder regalar
a la humanidad
risas y felicidad
y en los ojitos tristones
ver estrellitas brillar
y en vez de llanto señores
oír mil voces cantar.

Llueva lluvia torrencial
y cada gota de amor
toque a la humanidad
y la embriague de amor
y los truenos de la noche
sean canciones de paz
y los relámpagos lejos
la lumbrera universal.

Noche de paz
noche de amor
noche de paz
fiesta universal
noche donde el ausente presenta se hará
noche cuando el amor con su luz reinará.

Navidad
navidad
noche de paz
noche de amor
fiesta universal.

Tuesday, December 22, 2009

noche buena

La noche buena
me da pena
porque es una sola
hay que esperarla
un año entero para que vuelva

yo cuánto diera
porque la vida fuera
tan simplemente
una noche buena

En noche buena
yo les canto alegre
desde mi terruño
con mi voz de aliento
y de nostalgia por un mundo nueva

yo cuánto diera
por que la vida fuera
tan simplemente
una noche buena

........

Anhelo para todos en esta navidad lo que corea mi breve canción:
"yo cuánto diera porque la vida fuera tan simplemente una noche buena"

Saturday, October 31, 2009

Plaqueta de poesia

Los Abuelos de mis Abuelos

Un texto de Robert Jara Vélez

Siempre he sentido verguenza ajena cuando un poeta durante la presentación de alguno de sus libros termina ofreciendo a los sufridos y heroícos asistentes (los casi siempre 4/5 gatos) un soliloquio de media hora durante el cual no hace sino explicar, hasta arrancar bostezos, todos los pormenores literarios y no literarios que crearon la atmósfera suficiente y necesaria dentro de la cual surgió su obra, por él mismo calificada, sino sutil, descaradamente, genial, imprescindible para la literatura nacional y/o universal. La verborrea explica sin reparos ni contemplaciones cómo surgio su obra, cómo la escribió, cómo la sufrió y/o cómo la gozó, de qué cosa escribe, y por qué escribe sobre esa cosa, etc. En fin, de lo que se trata con dicha presentación es de que los sufridos y heroícos asistentes (especie, en casi vía de extinción) crean que la obra que pronto no comprarán es una verdadera e indiscutible obra de arte gracias al decreto supremo e imparcial emitido por el mísmísimo creador de la obra.

Nada más ocioso, indignante, vergonzoso, patético, etc., que la auto exégesis, que la autolamida de ojo.

¿Por qué a los poetas les cuesta tanto dejar que sus libros se defiendan solos? ¿Por qué les cuenta tanto dejar, en el mejor de los casos, que sus libros sean defendidos por otros lectores?

Por todo lo antes dicho, a raíz de la publicacion personal / digital de mi breve plaqueta "los abuelos de mis abuelos" no me resta sino invitarles a que la ojeen un momento. Y claro, a imprimirla si no terminan tan desanimados.

Wednesday, October 28, 2009

Singularidad 1

Los Albújar y Guarniz, héroes nacionales

Una mañana del 28 de octubre de 1881, tres modestos zapateros, Justo y Fernando Albújar (guadalupanos) y Manuel Guarniz (jequetepecano), se elevaron al palco inasible del valor humano a donde sólo escalan los héroes.

Días antes fueron acusados de los disparos contra un soldado de las huestes chilenas, que se apoltronaron en Guadalupe durante la guerra del pacífico. Los tres artesanos prefirieron el silencio a la delación y la cobardía. Abogaron en todo momento por su inocencia. Y no cedieron su "silencio patriota" ni a la tortura ni al encarcelamiento, y mucho menos a la exigencia invasora de delatar al culpable de los disparos, a quien ellos conocían. Esto les costó ser fusilados en plena plaza de armas del pueblo, como si de malhechores se tratara, llevándose sin titubear a la tumba el nombre del autor de los disparos.

"Los Héroes del Silencio" estamparon su nombre y su loable acto en la historia nacional; acto que cada 28 de octubre Guadalupe revive, rescata de su memoria colectiva.

"Los Albújar y Guarniz" fueron oficialmente reconocidos como héroes nacionales por el estado peruano mediante el decreto ley #23719, un 15/12/1983. Sin embargo el reconocimiento real y efectivo lamentablemente persiste circunscrito al ámbito local; ojalá en un futuro la plana se enmiende y el ejemplo heroíco de "los héroes del silencio" cobre su real dimensión.

Tuesday, October 27, 2009

Singularidades guadalupanas

Todo pueblo tiene en su devenir histórico ciertos eventos, situaciones, y/o personajes que por su trascendencia y singularidad escapan de lo cotidiano y se instalan en la memoria viva y colectiva. Son eventos de exclusividad prominente que se confunden con sueños hechos realidad, que trascienden los colores políticos, sociales, religiosos, etc. Estos sucesos los denomino en mi libro inédito ´(Guadalupe, Tierra Milenaria), singularidades guadalupanas, las cuales iré posteando aquí, en un orden arbitrario.

No es mi afan en esta parte, como sí lo es en el resto del libro, ni analizar ni criticar las singularidades sino tan solo describirlas, exponerlas, puntualizarlas tal como aparecen en el imaginario colectivo.

Thursday, September 10, 2009

El expropiador de información


Cuando se realiza una investigación sobre un tema particular lo primero que uno debe hacer es empaparse sobre el tema. Y para lograrlo es necesario, riguroso recurrir a las fuentes, ya sean orales o escritas. Pero, ¿qué sucede si el acceso a las fuentes no es posible?

La imposibilidad de acceso a la información a veces sucede por que el que la posee no lo permite. Este circunstancial poseedor se convierte en el celoso guardián de la información que coyunturalmente ha caído en sus manos; la amarra, la enreja, la blinda para que nadie mas la posea, no escape de sus dominios. Este proceso de expropiación que sufre la información concluye otorgándole al expropiador cierta importancia cultural a la vez que congela, inutiliza, devalúa a la información misma.

El expropiador hace de la información su tesoro, su trofeo, su caballito de Troya. Y sustenta su importancia como persona en la sola posesión de la misma. En realidad amarra la información por que sospecha que ésta tiene un valor intrínseco, valor que por ósmosis termina transfiriéndose al él. Si bien, de este modo, el valor intrínseco de la información se conserva; su valor potencial pierde la oportunidad de liberarse y concretarse en la realidad, puesto que esto sólo sucede cuando la información se divulga, se democratiza, conceptos poco amigables para un expropiador. Lamentablemente, si el expropiador no hace más que poseer la información, es decir la posesión adquiere un valor en si mismo, podemos decir, en términos prácticos, que la información expropiada no existe.

La importancia inusitada que adquiere el expropiador no solo radica en la posesión misma de la información, sino también en saberse propietario exclusivo. Este gratuito poder le causa satisfacción, al igual que el gratuito poder de negar el acceso a la información. Este poder lo ejerce por medio de un solapado y falso acto de bondad: soltar la información gota a gota, a regañadientes, como quien no quiere la cosa; acto durante el cual se esmera, se asegura en clavar en la conciencia del circunstancial beneficiario la convicción de que ha contraído una deuda, de que ha sido depositario de un favor impagables, y de que por lo tanto debe una gratitud pública.

Si bien la información posee un valor intrínseco (su valor connotativo) también posee un valor potencial. El expropiador amarra la información por que sospecha, intuye, quizá sabe, acerca del valor intrínseco de la información, y en el peor de los casos, por que desea que el valor potencial de la información no se manifieste. Esta última posibilidad no es poco común. Es una posibilidad que se sustenta en el egoísmo, en la mediocridad del expropiador.

¿Qué satisfacción causa el ser propietario exclusivo? ¿Qué satisfacción causa el negar acceso a la información? ¿Qué mueve a una persona a amarrar la información? ¿Qué mueve a una persona a no soltar, no poner a disposición, no democratizar la información?

Saturday, August 15, 2009

El problema de llamarse Guadalupe

Llmarse Guadalupe, en tiempos de globalizacion es un problema. Léase, desventaja. ¿Qué tal si se llamábase Omnep, Anlape, por ejemplo?

Cuando viajé a Puerto Rico (P.R) el año 1998, en Guadalupe había sólo una computadora conectada a Internet; mientras que en P.R la conexión Internet ya era algo normal. Y fue en este contexto que surge como algo lógico, natural, en mí, la idea de elaborar una página web de Guadalupe, ya movido por la nostalgia, ya movido por el fácil acceso a la Internet, ya movido por mi interés de lanzar a mi pueblo al ciberespacio para que lo conozca el mundo entero.

Lo primero que hice cuando estuve frente al computador, con acceso ilimitado a la Internet, fue buscar a Guadalupe. Recuerdo que escribí “Guadalupe”, a secas, inocentemente (ahora lo sé), en el Google; y este me devolvió ciento de coincidencias. Me alegré; pero la alegría me duró poco; se fue esfumando tras cada clic que hacía sobre los enlaces que veíanse en mi pantalla; pues todas las páginas visitadas eran sobre otros guadalupes, o sobre cosas relacionadas a estos otros guadalupes, mas ni una sola era sobre mi Guadalupe querido. Fue entonces que emprendí una búsqueda larga y permanente. Y desde entonces, bajo qué criterio no habré buscado a mi Guadalupe utilizando al más poderoso motor de búsqueda, el Google, y otros muchos: “Guadalupe”, “Guadalupe Perú” “Guadalupe La Libertad” “ Guadalupe Pacasmayo”, “Pakatnamu”, “Namul”, “Anlape”, etc. Pero nada, Google no se cansaba de llevarme a otros Guadalupes.

En aquel periplo de búsqueda me topé con una docena de pueblos que llamábanse Guadalupe regados por el mundo. Empecé a odiar que así sucediera. Recuerdo que el único Guadalupe de Perú que tuve noticia fue del futbolista de la U. ¿Cómo era posible que el futbolista de la U existiera en el ciberespacio y no un pueblo entero de nombre Guadalupe? Esta búsqueda adversa, frustrante, no logró desanimarse. Y es así que en mis ratos libres, en mis ratos de nostalgia, terminaba frente al computador inventando/ repitiendo diversos criterios de búsquedas. Cada vez que dejaba de buscar se reforzaba y tomaba asidero una inevitable realidad: mi Guadalupe no existe en el ciberespacio, mi Guadalupe padece de anonimato cibernético. Fue esta triste realidad la que me empujó crear la primera página integral de Guadalupe.

En una de las tantas sesiones de búsqueda (casi desesperanzadoras) recuerdo que se me ocurrió buscar por: “Raúl Nakasone”. En mi desesperación no sólo buscaba “Guadalupe…”, sino también con todo lo que tuviera alguna conexión con él. Y, bingo: aparece en mi pantalla la página personal de Raúl Nakasone (Raúl Nakasone es un profesor guadalupano que ejerce la docencia universitaria en USA desde hace mas de dos décadas); hurgué rápidamente su contenido, y fue entonces que me topé con un enlace que decía “Guadalupe”(http://academic.evergreen.edu/n/nakasonr/Guada1.htm). No pude contener mi alegría ante el hallazgo. ¡Guadalupe sí existía en el ciberespacio! Era una breve página, la cual aún mantiene la misma envergadura que tenía en el `98.

En aquella época no bastaba con tener una página hospedada en algún servidor para que exista en el ciberespacio. Buscar una página, en estas condiciones, en el inmenso océano de información, era literalmente como buscar una aguja en un pajar. ¿Qué tal si yo no hubiera conocido a Raúl Nakasone? Simplemente jamás hubiera encontrado la página en mención. Sucedía que una página cuya dirección en la Internet (URL) no se divulgaba ex profeso, adrede, en términos prácticos era como si ésta simplemente no existiese; pues era necesario a parte de hospedarla en un servidor, publicitarla manualmente; es decir, era necesario pasar el URL de la pagina a todos los contactos posibles, inscribir el URL en los diversos directorios, portales, etc. Y aún así, este arduo trabajo no garantizaba sacar del anonimato inmediatamente una página nueva. Una página cuyo URL nadie o casi nadie conocía, era similar a tener una casa cuya dirección (el cómo llegar a ella) no se la he dado a nadie. Unos anos después esta tarea manual, gracias a Google, se hizo automática; Google creo un software que reconoce y detecta automáticamente la información nueva que ha sido subida al ciberespacio, y actualiza su base de datos. Pero aún así, hay que promocionar la página personalmente, ya no para que esta sea incluida en la base de datos (en el directorio de la web) sino para promoverla, colocarla en un lugar privilegiado de la base de datos, y su ubicación sea mucho mas fácil y directa.

Tiempos después fui hallando otras páginas donde se mencionaba, se hacía referencia tangencialmente a Guadalupe; situación que se testimonia en mi página (renovada) sobre Guadalupe:

"Este tributo se encandila debido a tu presencia diminuta y fragmentada en el ciberespacio. Es frustrante buscarte por horas, utilizando los mas poderosos "ingenios de búsqueda cibernética" y tan sólo encontrar fragmentos, tímidos aristas, leves pinceladas y jirones de tu carne esparcidos por disímiles rincones.

Sólo anhelo con este sencillo tributo estampar tu peculiar personalidad e idiosincrasia en el ciberespacio, como un todo, como un ente integral, sistemático y vivo: todo de ti en un solo sitio.

Para tal empresa, por supuesto, también he predispuesto del material informativo disperso por toda la red, por lo que profeso un reconocimiento colectivo.

Una vez creada mi página Guadalupe, Tierra Milenaria el siguiente objetivo fue posicionarla en un lugar privilegiado en el ciberespacio, en el índice de búsqueda de Google. Este trabajo no ha sido en vano, al cabo de unos años mi trabajo ha rendido algunos frutos: he visto posicionarse a Guadalupe, poco a poco (y en particular las paginas por mi administradas), hasta verla parecer sin mucho problemas tras hacer una búsqueda simple. Hoy es algo natural buscar en Google “Guadalupe Perú” y esperar que aparezcan los diversos enlaces a páginas sobre Guadalupe, a la vez que parece increíble creer que en el `98 bajo este mismo criterio no aparecía casi nada especifico; he visto también al correr de los años, con alegría (y con tristeza,) que otros cibernautas alimentan sus páginas desde la mía (es decir, usan la información consignada en Guadalupe, Tierra Milenaria sin siquiera mencionarla: el típico silenciamiento casual o adrede); me he enterado, también, por terceros, que mi pagina es visitada frecuentemente por los alumnos de las diferentes escuelas y colegios de Guadalupe para realizar la tarea que sus profesores les encomiendan. Esto ultimo no permite que olvide mi compromiso de mejorar mi pagina, especialmente en cuanto a información básica se refiere; lamentablemente resulta que no es tan fácil mantener una pagina sin el apoyo de terceros (el cual, por cierto, nunca lo he tenido), pues me demanda mucho más tiempo del que actualmente dispongo."
Ya de vuelta al Perú, he seguido trabajando silenciosamente en promocionar y posicionar mejor a mi pueblo en el ciberespacio. Es gratificante para mí saber que actualmente cualquier cibernauta del mundo pueda llegar a mi pueblo con solo escribir “Guadalupe Perú” no solo en Google sino también en los diversos motores de búsqueda. Mi anhelo es que un día baste con escribir “Guadalupe” (a secas) para que el enlace que nos lleve a Guadalupe (y por qué no a Guadalupe, Tierra Milenaria) aparezca encabezando la lista de resultados que nos devuelve el Google, el motor de búsqueda mas poderoso del mundo, arrebatándole así el lugar privilegiado, que aun tienen por puesta de mano esos otros guadalupes existentes en el ciberespacio.

En este contexto es que siento molestia de que mi pueblo se llame Guadalupe, pues de haberse llamado Omnep, Anlape, etc. hubiera sido (debido a que condición de nombres propios y únicos) mil veces más fácil llegar a mi pueblo en el ciberespacio. Por ejemplo, Huanchaco, Chepen, etc., son pueblos con nombres únicos, sin par en el mundo, que no sufren la desventaja que sufre Guadalupe; es decir, basta con escribir Huanchaco, Chepen en Google para obtener con certeza todas los enlaces referentes a dichos pueblos; Guadalupe no tiene este privilegio. Por otro lado, ¿el tener un nombre (toponímico) como Anlape, Omnep, no nos ayudaría acaso a olvidar menos (sino, a olvidar a secas) el lado más olvidado de nuestra herencia genético cultural? Eh ahí las dos razones fundamentales y suficientes en que se ampara mi afirmación (ya osada, ya atrevida, ya juguetona, depende de donde y como se la mire) que me haría digno candidato para ser sacado en burro de mi pueblo, al que amo libre de vendas, libre de todo arrebato chovinista: eso de llamarse Guadalupe, en tiempos de globalización, perdonen los guadalupanistas, sí que es un problema.

Tuesday, July 28, 2009

Sobre mezquinos e ignorantes

Pueblo pequeño, mezquindad grande
De vez en cuando en mi pueblo aparecen de la nada personajes alardeando ser los baluartes de la cultura guadalupana. Si se revisa brevemente su historia notaremos que en realidad jamás se han preocupado por los problemas de Guadalupe, hasta ahora, en que han decido salir de su parcela personal, para ubicarse en la parcela colectiva. Por supuesto, asumiendo que nyo hay obligación de hacer propias la preocupaciones colectivas, no tiene absolutamente nada de malo el no haber hecho absolutamente nada antes en pro de Guadalupe y de pronto un día despertar preocupado, repleto de energía y empezar a hacer algo, aun cuando la adultez ya le ha tendido su sombra encima. Es natural pensar que en algún determinado momento hay que empezar a trabajar en pro de Guadalupe. Lo que no es natural, y por eso la cuestiono, es la actitud con que estos personajes irrumpen en la escena guadalupana: aparecen, de pronto, como por arte de magia, tratando temas comunes con cierto aire de ser los únicos y primeros que lo hacen, desconociendo irresponsablemente, en un minuto, en clarísima actitud ignorante y/o mezquina el trabajo realizado por todo aquel que tuvo la mala suerte de precederlo al respecto.

No menciono nombres concretos no por cobardía, si no porque guardo la leve esperanza de que estos seudo cultos personajes se sientan aludidos por mis palabras, y tomen conciencia del daño que hacen a la cultura guadalupana.

Desconocer el trabajo de los que me anteceden en un tema o área cualquiera es una actitud completamente reprochable. Nada justifica esta actitud que atenta aparatosamente contra el desarrollo cultural de un pueblo. Basta recordar que el triunfo y conservación del conocimiento humano radica en justamente lo contrario: reconocer el trabajo de los demás, coger impulso desde el trabajo de los demas, criticar el trabajo de los demas, divulgar el trabajo de los demas, pero jamas, jamás silenciarlo, desconocerlo, ignorarlo. ¿Creen acaso, por ejemplo, que la matemática hubiera alcanzado el nivel que tiene si cada matemático hubiera empezado desde cero; es decir, si cada matemático ignorara el trabajo de los matemáticos que le precedieron? Esta pregunta retórica, planteada respecto a la matemática, en realidad podría haber sido planteada respecto a cualquier área del conocimiento, y la respuesta hubiera sido exactamente la misma: jamás hubiera alcanzado el nivel que tiene; pues todos los matemáticos gastarían vanamente su fuerzas haciendo lo que otros ya hicieron, en vez de tomar la posta a partir del conocimiento de sus predecesores. En resumen, lamentablemente, no todos, por más que así lo deseen, pueden ser los inventores de la rueda y de la pólvora.

¿Pero, de qué me priva el hecho de reconocer el trabajo precedente? ¿Por qué me cuesta tanto reconocerlo? Estas preguntas me dan pie a ensayar la siguiente respuesta: el reconocer el trabajo precedente me priva de no ser lo que mi humanidad me exige a gritos: ser el inventor de la rueda y de la pólvora. Pues, resulta ser una fijación dolorosamente humana aquello de querer ser siempre el primero en algo; anhelo que, lastimosamente, no todos pueden alcanzar. ¿Es ético desconocer de un tajo el trabajo precedente en aras de aparecer ante los ojos ajenos como el primero? Por supuesto que no, sin importar, en absoluto, si dicho desconocimiento proviene, como en principio proviene, de la mezquindad o de la ignorancia humanas; perversa la primera, y atrevida la segunda, como bien todos lo sabemos.

El desconocimiento del trabajo precedente sustentado en la mezquindad es perverso, puesto que es un desconocimiento con conocimiento de causa, un desconocimiento adrede, premeditado, completamente voluntario   y consciente, un desconocimiento que se identifica con el silenciamiento, con la censura; mientras que un desconocimiento sustentado en la ignorancia es simplemente atrevido, pues es un desconocimiento sin conocimiento de causa, un desconocimiento propiamente dicho; pero no por eso menos reprochable que el primero: nada justifica que uno se pronuncie sobre un objeto con ínfulas de inventor absoluto cuando el no conocer o ignorar el objeto no necesariamente significa que el objeto no exista; desconocer que un objeto existe puede deberse simplemente a que se desconoce —ignora— su existencia y nada mas; es decir, puede que el objeto si existe, pero simplemente uno no lo sabe, lo ignora por completo. Esta peculiaridad propia del desconocimiento por ignorancia lo hace potencialmente removible vía la investigación; si la existencia del objeto se corrobora con la investigación y el desconocimiento persiste, el desconocimiento lejos de extirparse solo habrá mutado en un desconocimiento por mezquindad.

¿Será que en Guadalupe hay personajes que juzgan según su propia condición, tal como reza el dicho popular? Creo que es una posibilidad. Pues, como ellos nunca han hecho nada creerán que los demas tampoco lo han hecho. Esto explicaría perfectamente porqué de repente hablan sobre algo con convicción absoluta, ignorando olímpicamente el trabajo precedente. Esto explicaría aquello de creerse los inventores de la pólvora y la rueda. Actitud, que menos mal, resalta como un trueno, como un relámpago —aunque se esmere por no ser descubierto— ante el ojo vigilante del ciudadano medianamente instruido.

Estos personajes patéticos ojala un día comprendan como perjudican con su actitud mezquina o ignorante el desarrollo cultural de Guadalupe. Nuestro deber, guadalupanos, es denunciarlos o desenmascararlos, que es lo mismo.

Si alguien quiere que su aporte en cierto tema sea tomado en serio lo mínimo que puede y debe hacer es empaparse, ponerse al tanto sobre el mismo; es decir, investigar lo que otros ya han dicho o hecho, investigar los antecedentes. El sentido común así lo dicta, categóricamente, en aras de no quedar en ridículo, huelga decir mezquino o ignorante. Desconocer, por falta de investigación, alegremente lo que otros han aportado sobre un tema no otorga derecho ni licencia, ni excusa, a nadie para atropellar el esfuerzo ajeno. Hablar de la pólvora como si uno acabara de inventarla es una actitud necia , mezquina y mediocre que desde aquí denuncio y condeno.
Basta al síndrome adánico

Sunday, June 21, 2009

la muerte gerundia...

Un minuto más me he muerto hoy
y
nadie
se ha dado cuenta
ni nadie ha llorado por mi

Sunday, May 31, 2009

El múltiple discurso...


¿Por qué somos tan afectos al doble discurso?

¿Quién no recurre al doble discurso y lo niega hasta morirse? ¿Dónde queda refundida la tan mentada, divulgada, pero casi nunca practicada honestidad?

Yo, aúnque no guste, me considero buen/bien pesimista (un realista bien informado, segun las leyes de Murphy); de ahí que no sólo crea en el doble discurso sino que, disculpen los moralistas, creo en el múltiple discurso como práctica inherente al género humano.

Wednesday, April 15, 2009

Guadalupe, tierra milenaria...

Mi pueblo, Guadalupe, acuñado entre arrozales, visto desde el aire, quizá desde el ojo de un pájaro futuro e histórico. Quizá visto desde el lomo de mi sueño inacabado.

Guadalupe, tierra milenaria, de epíteto ignorado -de soslayo- por autoridades y comunes, en clarísima negación de sus raíces prehispánicas.
Guadalupe, pueblo sistemáticamente desmembrado; de fronteras históricamente carcomidas, cercenadas, mordizquedas por propios y ajenos.

Guadalupe, pueblo que persigue con ojo cerrado el sueño casi utópico de ser PROVINCIA.

Guadalupe, pueblo cuyo nombre debió ser quizá Omnep, quiza Anlape, etc., en aras de un nombre con identidad, en aras de un nombre único (en el mundo hay más de un par de docenas de pueblos que llámanse Guadalupe, o algo parecido)

¿Hasta cuando Guadalupe, permitirás aquello?

Te amo Guadalupe, tierra milenaria, pero este amor no me obnubila, no me priva señalar tus tristezas; tristezas que desde siempre han sido mías, desde siempre me han dolido.

Guadalupe, no te enojes conmigo.

Sunday, April 05, 2009

Pakatnamú…

Este mes mi pueblo, Guadalupe, cumple un año más de su fundación española (15 de abril de 1550) por lo que aquí cuelgo una brevísima nota sobre uno de sus íconos arqueológicos que aluden a su ascendencia prehispánica; ascendencia de la cual yo particularmente me siento muy orgulloso, y por la cual he trabajado desde inicios de los ´90 con la sola intención de revalorarla. El pensamiento que sustenta todo mi trabajo en el área de la identidad cultural es: negar a alguno de mis componentes genéticos-culturales es negarme a mi mismo. No soy ni indio, ni hispano, soy mestizo, y punto.

Pakatamú

Ciudadela de barro, escenario por donde desfilaron los moches, los chimúes, los incas... Está construida en una especie de meseta triangular de 80m de altura, flanqueada por el océano pacífico a un lado, por los arrozales al otro, y por los cerros al fondo. Consta de más de 50 complejos arquitectónicos, con pirámides truncas hechas de adobes de barro. Fue el centro de poder religioso y político más importante del valle Jequetepeque, en su época de gloria. Esta ciudad sagrada ha merecido la atención de científicos alemanes, rusos, japoneses y norteamericanos.

Sunday, March 15, 2009

Homenaje a Blanca Varela...

Ha muerto una poeta en carne viva

Por Róger E. Antón Fabián
rogerantonfabian@hotmail.com
Diario La Industria - Perú
Marzo – 2008

“la muerte se escribe sola

una raya negra es una raya blanca

el sol es un agujero en el cielo”

La muerte se escribe sola,
Blanca Varela

Ha fallecido Blanca Varela, una de las voces cardinales de la poesía peruana, considerada incluso una de las más importantes poetas de América. Casada con el pintor Fernando de Szyszlo (con quien tuvo dos hijos) y con ochenta y dos años de edad tenía en su haber los más importantes premios de la poesía en lengua española como el Octavio Paz de Poesía y Ensayo obtenido en el año 2001; el Federico García Lorca, en el que competió con nada menos que Mario Benedetti, Ernesto Cardenal y Antonio Cisneros entre otros, en el 2006, y, convocado anualmente por el Patrimonio Nacional de España y la Universidad de Salamanca, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en reconocimiento a la obra de un autor vivo, la cual por su valor literario constituye un aporte relevante para el patrimonio cultural iberoamericano, en el 2007; y hay quien no duda en afirmar que faltaba poco para que le hubieran otorgado el célebre Premio Miguel de Cervantes, pues en la edición del 2007 del Reina Sofía el jurado estuvo integrado por el poeta español Antonio Gamoneda, galardonado con el Premio Cervantes 2006; así como el Premio Nobel de Literatura José Saramago; y el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, lo cual daba una muy buena señal de la magnanimidad de su obra total.
Allá por 1997 un joven compañero de la universidad Ricardo Flores Gago formalizaba una convocatoria para que la Universidad de San Marcos realizara una ceremonia de homenaje a la poeta en cuanto que era una alta voz poética representante de la Generación del 50 entre casi todos varones (Sebastián Salazar Bondy, Gonzalo Rose, Javier Sologuren, Wáshington Delgado, Jorge Eduardo Eielson, Pablo Guevara, Alejandro Romualdo, Carlos Germán Belli), pero le hice recordar que dada la edad de la poeta quizá era muy probable que ella desistiera del agasajo, pues se sabía desde ya hace algunos años que estaba delicada de salud. Había muerto el poeta mexicano y Premio Nobel de Literatura 1990, y como lector de sus ensayos y algunos libros de poemas, sentí un profundo pesar ante la burla de los alumnos sanmarquinos que daban vivas irónicas a la muerte de O. Paz sin duda por su posición ideológica. Él que fue amigo, mentor y figura determinante en la carrera literaria de la poeta peruana, decía de ella “nada menos ‘femenino’ que la poesía suya” y al mismo tiempo “nada más valeroso y mujeril”. Octavio Paz llegó a decir que Blanca Varela era una poeta que no se complacía con su canto, con el instinto del verdadero poeta, y sabía callarse a tiempo; en el prólogo de su primer libro Ese puerto existe (publicado en Veracruz, México) diría sobre su poesía: “No explica ni razona. Tampoco es una confidencia. Es un signo, un conjunto frente, contra y hacia el mundo, una piedra negra tatuada por el fuego y la sal, el amor, el tiempo, la soledad”; sin embargo ella misma no definía su poesía como feminista, en la medida que no tenía temas femeninos y aseveraba que las mujeres no escribían para la posteridad.
Lo que siempre me fascinó de su poesía es la lección de que para escribir no era necesario sumar y aumentar textos, poemas, escritos; en cuanto a su poesía en el transcurso del tiempo he visto que sus versos a manera de rúbricas sangrantes son “prestados” por jóvenes poetas –sobre todo mujeres– para dar cuenta de poéticas surrealistas que algunos llaman influencia. José Miguel Oviedo ha llegado a afirmar que puede ser que ahora ya no sea apropiado llamar a Blanca Varela una poeta surrealista, pero “sin esa corriente su poesía sería otra, o no sería”.
Hacía un tiempo la Universidad de Harvard la había invitado a una ceremonia de homenaje; la poeta entre otras convocatorias, debido a su complicado estado de salud, declinó. “Le llueven los premios” –exponía Mario Vargas Llosa en su columna Piedra de Toque– “justamente cuando no está en condiciones de saberlo, pues se halla retirada y sola en un territorio que imagino tan privado, misterioso y mágico como su poesía”. Cuando tuvo que recibir la premiación del Reina Sofía una vez más el estado de salud le impidió acudir a la cita y su nieta, Camila de Szyszlo, recibió el galardón y leyó un emotivo discurso ante su Majestad donde refirió que dado el dolor por la muerte de su hijo la poeta naufragó en un silencio deliberado que con los años se convirtió en una condición fisiológica, pues Blanca había perdido el don de la palabra y el de la escritura, así como que una vida de dificultades y carencias habían hecho cuando joven que leyera, escribiera, estudiara y trabajara antes de tiempo, sin dejar de mencionar el agradecimiento a su gran amigo el dramaturgo, poeta, periodista y promotor cultural Sebastián Salazar Bondy (de quién su biblioteca ha sido desmantelada en la Universidad de San Marcos), pues fue “a través de él que Blanca conoció a dos héroes de la literatura peruana: José María Arguedas y Emilio Adolfo Westphalen, sus más importantes influencias literarias aparte de Octavio Paz. Fue Sebastián quien le presentó (al pintor que sería su abuelo) a Fernando de Szyszlo.”
Cuando conocí a Fernando de Szyszlo en El Palacio de Torre Tagle hace algunos años en razón de una conferencia le pregunté más bien por el boom latinoamericano y comentamos una foto suya con Cabrera Infante, Octavio Paz y Vargas Llosa, no le pregunté acerca de la anécdota que se comentaba en los corrillos literarios acerca de que algunas veces con su pequeño hijo Lorenzo, cuando el matrimonio era feliz y andaba viento en popa, el pintor de cuando en cuando cambiaba los versos en los papeles escritos de la poeta, y a la vez ella matizaba algún cuadro suyo. Sobre todo omití la pregunta porque siempre fue notoria la cortesía, el respeto y la discreción de esa pareja que siguió conservando la amistad después del fenecido matrimonio. Años antes, en 1999, ella opinaba acerca de su matrimonio con el famoso pintor: “Éramos dos provincianitos llenos de sueños”.
Siempre ubicó su etapa fundamental en la ciudad luz; sonriente y agradecida decía que París no era más que muchos amigos que hacían que ella se sintiera siempre como en su casa y donde conoció allá por 1949 a figuras excepcionales de la intelectualidad latinoamericana y española radicados en Francia como el propio Octavio Paz, el poeta nicaragüense Carlos Martínez Rivas, Julio Cortázar, entre otros. Hace algunos años, apareció un texto testimonial en el suplemento El Dominical de El Comercio, donde la poeta describió su afición por las palabras desde muy niña, aquellas dudas artísticas de adolescente, sus experiencias universitarias y su estancia esencial en París, concluyendo que lo que pasó después está escondido entre sus poemas o irremediablemente perdido; pero hay un hecho que la pinta de cuerpo entero a la peruana que jugaba Monopolio con la mujer de Jean Paul Sarte, Simone de Beauvoir, y el cual yo siempre recordaba con mi primera esposa y ella lo repetía en auténtico francés, nada menos que el tiempo que se daba para visitar Auvers-sur-Oise, una villa cercana a París, donde Vicente Van Gogh puso fin a sus días. La autora de Canto Villano decía al respecto: “No creo en la locura de Van Gogh. Creo en la pureza de su vida y en la maravilla de su arte”.
Ella también ejerció en cierto modo la crítica literaria, y tuvo una interesante labor al frente de la sucursal del Fondo de Cultura Económica en el Perú; pero es en los años ochenta que esa antología Camino a Babel editada por Javier Sologuren hizo que se volviera una autora de culto con ese su lenguaje pulcro que condensaba sus sentimientos sin alusiones a la realidad, muy genuino como si desnudara su propia alma. Recuerdo su fina voz en una grabación de los poemas de Ese puerto existe que emitió algún domingo Radio Filarmonía y tuve a bien grabar, el delicado hilo de su voz daba certeza a los poemas leídos con una soltura algo temerosa pero fluida. Es muy probable que pocos recuerden su voz y solo ahora recaigo en la memoria que a diferencia de otros autores, era poco usual verla en el entorno cultural limeño.
Blanca Varela no solía dar entrevistas; pero guardo entre ciertas joyas los recortes de algunas conversaciones que cedió a algunos medios en diferentes épocas. En una del suplemento USD por la publicación de Canto Villano, edición del Fondo de Cultura Económica que reunía sus cuatro poemarios donde habla de sus silencios y soledades, porque ella creía que aparte de su escritura no tenía nada qué decir, expresó: “la poesía es una manera de ser”. Marco Martos ha llegado ha afirmar que la poesía de Blanca Varela cuya vida dependía de las palabras está atravesada por el dolor que se resiste a exhibirse. Ella escribió desde la infancia. Hacía canciones como una manera de hablarse as sí misma. Y para aquel entonces, ya 1999, creía que el matrimonio mataba el amor. Zsyszlo era una persona que la había ayudado mucho y al cual debía cierta parte de su carrera, pues al pintor le interesaba la poesía como todo buen lector que se precie.
Szyszlo, quien ha llegado a afirmar que ambos tenían “escapadas” a la música con Enrique Iturriaga, Enrique Pinilla, Celia y José María Arguedas; así como que Blanca –siempre con buen oído para la música y la poesía– bailaba muy bien, era muy alegre incluso le gustaba cantar; y que entre los veinte y cuarenta años tuvieron una vida social y cultural muy activa, ha dicho que a la poeta no recuerda haberla escuchado en público “leer sus poemas más de dos veces; pero cuando lo ha hecho “ha sido emocionante, porque es muy insegura, y conmovida por lo que está leyendo”. Podía entonar valses acompañada por la guitarra de Arguedas y hasta en cierta época compuso boleros, no en vano era hija de la compositora de valses, doña Serafina Quinteros, esa madre artista que sin duda influyó en su estro.
Como un relámpago fugaz y aún cierta desnuda crudeza de algunos versos suyos como en el Vals del ‘Angelus’: “Ve lo que has hecho de mí, la santa más pobre del museo, la de la última sala,/ junto a las letrinas, la de la herida negra como un ojo bajo el seno izquierdo.” su vida estuvo llena de intensidad. Se la recuerda como una joven hermosa junto con Jorge Eduardo Eielson, los hermanos Salazar Bondy, Javier Sologuren, esa médula de la generación del 50. De sus años de aprendizaje recordaba siempre con agradecimiento la labor de Sebastián Salazar Bondy, quien fue el primero que le hizo pensar que lo que ella hacía era poesía y le dio algunos libros tangenciales para su vida, así como Westphalen que también la ayudó. Sebastián la llevó a la peña Pancho Fierro (que no era una peña criolla), y ahí conoció a Emilio Adolfo, Eielson, Martín Adán, Sérvulo, entre otros artistas.
Explicando su obra la poeta manifestó que siempre le interesó, preocupó, enterneció e irritó sobre todo el ser humano, algo de lo cual a través de la escritura con los años llegó a convencerse. Cuando un hecho como este sucede en el ambiente literario la sensación indisoluble de tristeza como una línea de no retorno se oprime en el alma. La forma de asumir el luto de su hijo menor fue del mayor aislamiento del mundo: “que nadie le comentara nada, ni se le dijera una palabra”; pero el dolor quebrantó su minada salud como este desamparo quiebra en dos la historia de la poesía peruana del cual tal vez ninguno de nosotros habremos de recuperarnos prontamente, pues Blanca tu sangre se desliza, e inunda praderas...

© Róger E. Antón Fabián, es autor de la novela El Paraíso Recuperado (2008)

Tuesday, March 10, 2009

Por el natalicio de César Vallejo...

Con motivo de celebrar un aniversario más del nacimiento de nuestro poeta universal, César Vallejo, la Asociación Cultura y Sociedad “Alfarero” y la Casa de la Emancipación del BBVA Banco Continental, reiniciando los Sábados Culturales del presente año, se complacen en presentar el Recital de Poesía del importante Grupo Literario “Nuevo Amanecer”, cuyos integrantes son poetas ya reconocidos en el medio literario del departamento.

Cabe destacar que en el ambiente musical estará presente el cantautor y poeta Franco Chico, integrante de este Grupo. Asimismo, el poeta Alfonso Sánchez Mendoza nos declamará dos poemas de Vallejo. Y, como plato de fondo, se presentarán los dos poemarios recientemente publicados de profesor Raúl Pastor Gálvez, a cargo del primero el crítico literario Juan Paredes Carbonell, y el segundo del especialista Luis Díaz Díaz., quienes versarán sobre estos temas poéticos.

El Grupo Literario “Nuevo Amanecer” contará con la presencia de sus integrantes José Pinedo Pajuelo, Bethoven Medina Sánchez, Juan Escudero Casquino, Adán Cabanillas Pinedo, Manuel Alfaro Alfaro, Antonio Fernández Díaz, Carlos Cerna Bazán, Jaime Chihuala Peche y, obviamente, Franco Chico y Raúl Pastor, además de Diómedes Morales, que son sus integrantes históricamente reconocidos.Por eso, la Asociación Cultura y Sociedad “Alfarero”, que tiene abiertas sus puertas a todos los escritores y artistas de la región para que participen de estas actividades culturales, y la Casa de la Emancipación del BBVA Banco Continental, invitan al público en general a participar de este reinicio de los sábados culturales, a realizarse este Sábado 14 de Marzo, a las 7p.m., donde les brindaremos tres horas de esparcimiento y regocijo cultural.
Trujillo, marzo de 2009

DIÓMEDES MORALES SALAZAR
DNI 17954906

Thursday, February 26, 2009

El ojo es un pájaro futuro

Siempre viviremos con la sensación de estar jodidos. Siempre viviremos con la sensación de que las cosas van a mejorar. Siempre viviremos creyendo que mañana será nuestro gran día.


La felicidad nos llevará siempre unos p-a-s-o-s de ventaja.

El ahora es sólo un banco en donde nos sentamos a esperar.

El futuro es un pájaro de humo / una presa inasible.

El futuro no es más que ahora-s postergado-s.

En el futuro /y sólo ahí/ he levantado y he amueblado mi casa.

Monday, February 09, 2009

Descubrimiento...

Aquella noche, entre chillidos de zancudos y chicharras y lechuzas colándose por mi ventana, tuve que ir aceptando con incredulidad e impotencia el significado fatal y revelador que cobraba "la Internet es un costal de ciego: coloca codo a codo a cultos y mediocres, anónimos y famosos, genios y brutos" cuando en mi pantalla, en un trasfondo de chirridos del módem, mi nombre hacía su aparición, espectral e insolente, confundido entre los de los gigantes de la literatura latinoamericana.

Saturday, January 31, 2009

A ojo de buen turista...

Cuando se visita un lugar por un par de días, con la convicción de que se es turista, lo que prima es la mirada condescendiente, la mirada acrítica, la mirada exenta de compromiso, la mirada que se extasía con el lado bueno del lugar. El turista desvía la mirada de todo aquello que podría restarle música, color…. El turista no va a gastar su dinero, que con tanto esfuerzo ahorró, en apropiarse del dolor que emana el lugar. El turista, por definición, va en busca del lugar propicio para tomar la foto del recuerdo (¿quien va de paseo al lado oscuro y triste de la ciudad?), y poder así armar el álbum que ha de enseñar con orgullo a los amigos. El turista no sale en busca de lo que sobra en casa, si no de lo que escasea en ella (recordemos que el ser humano tiene la falsa convicción de que la felicidad nos espera a lo lejos: es menos doloroso que creer que no existe) Sería contraproducente creer que el turista promedio vaya exclusivamente a determinado lugar a mortificarse la vida. El turista, en suma, es un ser que escapa a su cotidianeidad en busca del bálsamo ofrecido, del paraíso. Si no, ¿por qué creen que en el circuito turístico no se incluye el lado triste del lugar? ¿Quién ha encontrado un folleto de promoción turístico donde se ofrezca a todo color el lado triste del lugar? La respuesta, obvia es: por que el lado triste del lugar no es para el turista, el lado triste del lugar es propiedad exclusiva de lugareño, del ciudadano de a pie. ¿Y el lugareño, es hipócrita por hacer esto? No, lo que pasa es que el turista sólo compra el lado feliz del lugar, y punto. El día que el turista voltee la mirada, y la fije, sin el ánimo hedonista y con compromiso, en el lado triste del lugar, ese día el turista habrá dejado de ser tal para convertirse en un lugareño más. Ese día su mirada habrá dejado de ser lanzada desde la otredad, desde la extrañeza, desde la enajenación, desde el hedonismo; ese día su mirada habrá salido desde las entrañas del lugar mismo. Ese día, simplemente, el hombre habrá hecho suyo el lugar y el lugar habrá hecho suyo al hombre. Entre el hombre y el lugar se habrá tendido un puente de comunión. Hombre y lugar respiran dentro de la misma caja de resonancia.

El turista está predispuesto a gozar el lugar; el lugareño, ha sufrirlo. El turista arriba con la mirada fresca, con la expectativa intacta depositada en el lugar. Si el turista se topa con el lado triste del lugar, por casualidad o por una extraña (¿torcida?) convicción, se conmoverá como todo ser humano; pero por más desafortunada que le resulte la experiencia, el pesar resulta amortiguado enormemente gracias a la certeza de que pronto todo quedará atrás, transformado en recuerdo olvidable. El lugareño tiene la certeza también, pero de que el lado triste seguirá allí como una extensión indesligable de su existencia.

Sino es así: ¿por qué el turista no se fotografía en el lado triste del lugar?

Saturday, January 24, 2009

del wayno a la chicha...

Hay sabor de lluvia en ser garganta
voluntaria de la cultura popular
de los pueblos
El wayno...
La musica del perú prehispanico estuvo intimamente ligada al quehacer diario del pueblo; los musicos se unían uno a uno con sus quenas, tambores y zampoñas para celebrar la cosechas y agradecer a la tierra, para llamar a la lluvia, para rendirle culto al sol, a la luna, para festejar la victoria de una batalla, o para despedir a sus muertos; uno a uno se acoplaban al acto e "improvisaban"; el ensayo, la "pose", son propios de la música de salón, la cual no cabía en aquella idiosincracia. Lo importante era que hubiera un sentimiento hecho ritmo, canto y melodias para que las ceremonias y fiestas no resultaran siendo seres de alma mutilada.

La "música autoctona" era sentimiento, percusión (tambores, palmas, palos, chacchas...) y vientos (quenas, zampoñas, pututos...) El compás ceremonial, quebrado y festivo del tambor, las tonadas pentatónicas de los vientos, y el sentimiento panteista del músico, la impregnaron de aquel saborcito melancólico, nostálgico, telúrico y profundo que aún hoy la caracterizan por más que pretenda alegría.

De la gran variedad de ritmos que se ejecutaron en el perú prehispanico, el wayno, de alegre ritmo y dulzona tonada, se coronó como el "inca" de los ritmos. Y con él como aliciente fraterno, como hermanita tanto de jolgorios y velorios, la rica "chicha", la "colla" de los tragos. A este dúo se unió la "coca", segun la visión peruana, la hojita sagrada. Y desde entonces aquel trío, al cual se le suele tildar de pagano despectivamente desde la optica "moderna", se convirtió por antonomasia en el aliciente infaltable de toda ceremonia del perú antiguo.

Que se le intente tildar de borrachos, coqueros y paganos, por que veneraban a sus dioses reventando chicha, chacchando coca, cantando y zapateando waynos, nos tiene sin cuidado de no venir de una garganta que hable sin olvidar ubicarse en la antigua idiosincracia peruana. Y aun que no fuera así, estos practicas que sonrojan a muchos resultarían infinitamente enanas ante la grandeza cultural que nuestro pueblo milenario ha legado al hombre del mañana. Sin embargo yo, he desvelado este "trío peruano", por que pretendo apartir de él arribar al "trío peruano" de hoy.

Los pueblos preincas, desperdigados a lo largo del tiempo y suelo peruanos, casi independientemente terminaron teniendo a la chicha, al wayno y a la coca como el trío privilegiado de sus ceremonias. Y es que compartían, sin saberlo, el mismo cariño por la pachamama, el mismo tono animista y panteista del alma, y los "mismos" retos de la vida cotidiana.

Y es por eso, cuando el pueblo inca, que acunaba en el cuzco, durante su campaña expansionista no encontró choques ni barreras insalvables de índole cultural e idiosincrático, lo cual dista y contrasta gravemente al choque violento causado por la tenaz resistencia que ofrecían los pueblos defendiendo su autonomía. La afinidad cultural no le garantizó a los incas una fusión cultural pacífica, y terminaron, en su afan imperialista, violentando bruscamente otras autonomías.

Gracias a la homogenea cosmovisión andina del peru antiguo, el wayno, la chicha y la coca (y muchos elementos culturales más), lejos de desaparecer tras los rios de sangre, fueron completamente asimilados por el pueblo inca( esto diferencia un espirítu colonizador de un espiritu conquistador) El perú dejo de ser una tierra habitada por muchos pueblos aislados para convertirse, bajo el mando del "inca" y el complejo sistema de caminos, en una gran estado.

la ruptura (1532)...
Cuando los españoles llegaron al perú, en 1532, no solo violentaron la voluntad autonómica del pueblo inca, si no que pareciera que se ensañaron y dedicaron a borrar todo testimonio cultural del pueblo sometido. Los incas fueron conquistados; no recibieron con la misma moneda, si no con una mas grande y perversa que durante su expansion imperialista desconocían; pues los incas nunca se creyeron superiores a sus comtemporaneos, si no salvo en el aspecto guerrero. Pero ellos no gozaron de este privilegio, y fueron tildados por los conquistadores como "seres inferiores", lo cual apriori los absolvía y comulgaba del trato inhumano que darían a los antiguos peruanos. Con esta cantaleta de "superioridad dogmática", parida en el momento mismo de la conquista, los españoles machacaron la conciencia del peruano durante los tres siglos de permanencia en perú; tres siglos soportando la treta psicologica, tres siglos machacando que lo indigena era malo y lo español bueno, poco a poco, generacion tras generacion se fue deslizando hacia el subconciente peruano de hoy, hasta integrarse a él. Y hoy como un acto reflejo, y amplificado, muchos peruanos terminan desdeñando lo peruano y apegandose a lo foraneo.

La presion de esta "treta psicologica" definió la marginalidad o no marginalidad cultural y los estereotipos durante el perú hispanico. En este sentido la música traida por los españoles sería la de más alto valor y la musica autoctona o prehispánica, la de más bajo; mientras que el de los ritmos, mixtura de elementos indigenas y españoles, siempre caerían entre ambos valores: su ubicación depende de qué elementos predominan. La escala estetica en realidad había sido sustituída por una burda escala social.

Parece mentira, pero la suerte de desaptación climatica sufrida por los españoles nos valió la supervivencia de nuestro wayno: el clima serrano hacía huir a los españoles, por lo que el wayno se pudo mantener vivo en esta region; mientras que el clima costeño los abrazaba acogedoramente.
(...)