Thursday, April 20, 2006

poemitas(3)...

¡Que me maten / que me sepulten!

la palabra
derecho inalienable
la palabra inmune a las fronteras

La muerte bien podría a mis palabras darle alas: ¡vamos, carajo, disparen!


E
l caído
aquí o en el Perú abunda en los museos callejeros

La patria y la raza no admite fronteras

Crece estorbo en la puta balanza

pura demagogia / equilibrio utópico

¿por qué apuntándonos con el dedo
si podemos abrazarnos?

¡Ojitos nomás buscando puerta en el muro
ojitos nomás leyendo los dialectos de tu rostro
ojitos nomás sin poder hacer ni mierda!


Saturday, April 15, 2006

Guadalupe, feliz aniversario...

Un saludo Guadalupe desde la garra del autoexilio.

Que hoy, 15 de abril, cumplas en paz y alegre tus 456 años de oficial existencia; aunque tú y yo sepamos que realmente eres milenaria. Pero no te preocupes, que tu historia verdadera es un grito vivo, que seguramente un día, no muy lejano, habrá de escucharse a los cuatro vientos; no te preocupes…

Aquí tu regalo, aunque inconcluso; aquí este vástago que ha nacido de aquella deuda que años atrás contrajera contigo, quizá sin tu consentimiento. Espero que te guste, realmente lo espero, aunque sea un poco: www.geocities.com/guadalupe_digital/

Muy, muy pronto estaré contigo para siempre.

Friday, April 14, 2006

Lo siento pero(2)...

Yo, como buen ateo, prefiero un túnel iluminado con un final oscuro.

Dios es sólo un punto de luz al final del túnel oscuro.

Después de haber gastado tanta saliva hablando de Dios,
me gustaría que existiera.

Si dios existe debe ser malísimo haciendo distribuciones.

¿Cómo haré para contarles si vi o no a Dios cuando me muera?

¿Por qué Dios me hizo feo si podía hacerme hermoso?

A veces, sólo por aquello de ser precavido, me dan ganas de creer en Dios.

El amigo es como dios, creer en él es cuestión de fe.

El mejor modo de saber si alguien es tu amigo es pidiéndole dinero prestado

El perdón sólo sirve para empezar a pecar de nuevo

Sunday, April 09, 2006

Domingo de Ramos...

El eucalipto aroma de santo a la tarde y
este lunes cualquiera es Domingo de Ramos

La ternura
la orfandad del tumulto aletean
por las calles arquitectónicas y mudas

Domingo de Ramos
sin saberlo tal vez cabalga una mula
él con su manto morado
ella con su vestido de rezos

Remedo labios y rictus mamarios
y mis ojos se quiebran en la oración que no desiste

Se ahuma el andar diminuto
el murmullo del rezo el olor a sahumerio
el crucifico

la blanca mudez refresca la tarde

El eucalipto aroma de santo a la tarde y
este martes cualquiera es Domingo de Ramos

De las elecciones en Perú...

Hoy domingo, 9 de abril del 2006, en que 16 millones de peruanos asistimos a votar libremente (¡tan libremente que hay multa si no lo hacemos!) me parece muy oportuno publicar este breve ensayo que escribiera hace ya algunos años.

Vamos Perú, votemos. Después de todo sólo elegiremos al próximo candidato que deseamos continúe matando nuestras esperanzas. No hay modo de eludir tal responsabilidad civil e histórica (y suicida) de elegir a nuestro próximo verdugo. Acaso el acto de elegirlo nosotros mismos nos alivie un poco la muerte en proceso.

Lo siento, pero el Perú es como un enfermo terminal: no hay doctor (candidato) ni medicamentos (plan de gobierno) que lo curen.

Las mayorías democráticas

El que la mayoría respalde un evento no implica que este evento sea el más favorable, el más idóneo. Tampoco implica que la mayoría goce de superioridad racional. El respaldo mayoritario es el factor numérico que echa andar el mundo cuando este se atasca ante algún dilema; es el factor numérico que discrimina a favor de una de las alternativas existentes. La lógica es sencilla: es necesario elegir entra A, B, C, etc., para que el mundo se eche a rodar, se desatasque; allí es cuando aparecen las mayorías democráticas, allí es cuando se justifica su existencia.

La toma de decisiones colectiva, democrática, es un eufemismo que solapa y justifica la exclusión de las minorías; y prioriza, entrona, la voluntad de las mayorías. Es así como estas últimas dimanan monopolizando el devenir histórico y el “derecho a acertar o errar”. Pero, claro está, las mayorías no monopolizan la razón, ni los aciertos, ni la lucidez; como tampoco las minorías desplazadas monopolizan la sin razón, los errores, la miopía.

Si bien las mayorías desatoran el devenir histórico eligiendo la ruta a seguir, allí mismo acaban sus grandes facultades. Pues éstas son completamente excluidas de la ejecución, concreción y construcción de dichas rutas. Esta responsabilidad recae en las minorías ejecutoras, no las excluidas, si no las de elite, de quienes depende por completo el estado final de la ruta. ¿Eso es democracia, decidir una ruta para que otros las concreten? En este sentido las minorías excluidas sólo han de envidiarle a las mayorías el no ser un número más grande; detalle que las condena a una postergación sistemática y constante. ¿Por qué no son las minorías desplazadas las que desatoren el mundo? ¿Acaso las minorías desplazadas no tienen derecho a errar o acertar? Un número no debería negar este derecho, pero sí lo hace.

¿Pero realmente las mayorías democráticas deciden el devenir histórico? : sí, pero sólo aparentemente. Esto es lo que se ve en el escenario, es el montaje formal. Tras bastidores son las minorías de elite quienes realmente deciden todo valiéndose de la parafernalia publicitaria y de las bondades de la psicología de masas. Las mayorías lamentablemente parecen ser altamente domesticables razón por la que inevitablemente sucumben ante las grandes estrategias publicitarias. Las mayorías en ese sentido resultan ser sólo una conciencia extendida o proyectada de la conciencia de las minorías de elite. Su poder de decisión no es más que un infeliz espejismo, una cruel y simple acción inducida.

Las minorías de elite deciden el devenir histórico valiéndose de su médium favorito: las grandes mayorías. Las minorías desplazadas dimanan en gritos y aleteos. Así es como quedan llanamente repartidos los roles sociales en un típico proceso democrático.

Thursday, April 06, 2006

poemitas(2)...

Oh Borinquen
divina excusa del fracaso
no me dejes caer con la deuda in contraída de mi espalda
no me dejes caer con el respiro endosado

Papá
ni mierdeándome logró anclarme a la palana

No me prives
isla del (des)encanto la bocanada de aire fresco
que insuflo al pulmón jodido

Déjame creer
que soy hábil creándole espejismos

Sé que tu respiro de caña muele tus narices
sé que tu pellejo se debate entre dudas y cementos
pero déjame gorrear / y así poder fabricar legañas adorables
déjame remendar el bolsillo impunemente agujereado


Pienso irme
siempre
y siempre el pan y su aroma me abofetean me abozalan

será que extraña al mordisco ausente

Para qué el diente entonces…
si sólo se hambruna. ¡Díselos, Darwin, porfa’!

Pienso irme
siempre
y siempre el aeropuerto me restriega la deuda cebollada

y dilato al máximo mi exilio…
no hay que decapitar el respiro prestado

Saturday, April 01, 2006

Lo siento pero(1)...

Prefiero que muera un niño a que muera un adulto.

Los niños son, ¿inocentemente?, crueles y egoístas.

La vida es un proceso tristemente entrópico.

La muerte es la única certeza

La muerte purifica todo lo que toca

A la única cita que me gustaría llegar tarde es a la tengo con la muerte.

Decir tengo X años de vida equivale a decir tengo X años de muerto

¿A qué edad empecé a llorar mi cumpleaños?

Sí es posible llegar a ser feliz con la desgracia ajena

Algunos no han conocido el hambre si no por terceros

Mi destino en buena medida no me pertenece

Lo triste no es no llamar la atención, si no querer llamarla y no lograrlo.

Lo triste no es morir de sed si no morir ahogado

La tristeza es una puta barata, la alegría es una puta de alto vuelo

¿Es posible que un ateo disfrute un poema místico?

Mi arte es lo único que justifica mi existencia

Yo no busco cambiar el mundo con mi arte, si no tan sólo conmoverlo

Un poeta empobrece cuando, no obstante no encontrar hallazgos, sigue escribiendo

El encargo literario sí que obnubila

Prosaicamente soy alegre, poéticamente soy patético.

Creo en la libertad poética, aunque sea al libertinaje a quien siempre veo.

Todo elogio barato es un bumerang

Yo no te halago esperando que hagas lo mismo

Yo no exhibo mi obra esperando tu incondicional aplauso

No hay crítico más exigente que mi pobre autoestima

Si bien es cierto que un poema es como un hijo, este último no goza del privilegio de rehechura

Toda autobiografía es altamente sospechosa