Antonio y Noemí, queridos amigos:
Ustedes forman un binomio monorrítmico de latidos intensos que atesoran un par de corazones fusionados en uno.
Yo los quiero por tantas bondades que han tenido conmigo desde que los conozco como pareja bendecida por Dios
con sus queridos hijos y nietos.
Ustedes me abrieron el camino de los versos publicados y de los relatos contados a media voz. Y valoro en todo momento esa estela de trabajo familiar que significó y significa Runakay, revista hecha de letras y palabras de tantos poetas, palabras cinceladas con el esfuerzo de los dedos cansados y con los ojos despiertos y soñadores de infinito.
Ustedes son mis amigos, invariables, sinceros, intensamente humanos. Ustedes son los poetas de los sentires profundos: leales con el amor, apasionados con la esperanza, abiertos al juego de la vida hecha dulzura. Ustedes son la tierra y el arroz, Ustedes son un río que se desborda por las aguas del Jequetepeque, Ustedes son el amor y la cordialidad.
Este día de Homenaje a Antonio como poeta, yo los abrazo a los dos, Antonio y Noemí, porque en mi amistad de corazón me es imposible separarlos en el afecto.
Estaré unida a ustedes todo este día en una Oración y pediré a Dios que éste y muchos otros amaneceres
haya muchas bendiciones convertidas en flores y en poemas.
Ustedes forman un binomio monorrítmico de latidos intensos que atesoran un par de corazones fusionados en uno.
Yo los quiero por tantas bondades que han tenido conmigo desde que los conozco como pareja bendecida por Dios
con sus queridos hijos y nietos.
Ustedes me abrieron el camino de los versos publicados y de los relatos contados a media voz. Y valoro en todo momento esa estela de trabajo familiar que significó y significa Runakay, revista hecha de letras y palabras de tantos poetas, palabras cinceladas con el esfuerzo de los dedos cansados y con los ojos despiertos y soñadores de infinito.
Ustedes son mis amigos, invariables, sinceros, intensamente humanos. Ustedes son los poetas de los sentires profundos: leales con el amor, apasionados con la esperanza, abiertos al juego de la vida hecha dulzura. Ustedes son la tierra y el arroz, Ustedes son un río que se desborda por las aguas del Jequetepeque, Ustedes son el amor y la cordialidad.
Este día de Homenaje a Antonio como poeta, yo los abrazo a los dos, Antonio y Noemí, porque en mi amistad de corazón me es imposible separarlos en el afecto.
Estaré unida a ustedes todo este día en una Oración y pediré a Dios que éste y muchos otros amaneceres
haya muchas bendiciones convertidas en flores y en poemas.
Graciela Zárate León
Lima, Perú
sábado 14 de abril 2007
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