Oh Borinquen
divina excusa del fracaso
no me dejes caer con la deuda in contraída de mi espalda
no me dejes caer con el respiro endosado
Papá
ni mierdeándome logró anclarme a la palana
No me prives
isla del (des)encanto la bocanada de aire fresco
que insuflo al pulmón jodido
Déjame creer
que soy hábil creándole espejismos
Sé que tu respiro de caña muele tus narices
sé que tu pellejo se debate entre dudas y cementos
pero déjame gorrear / y así poder fabricar legañas adorables
déjame remendar el bolsillo impunemente agujereado
Pienso irme
siempre
y siempre el pan y su aroma me abofetean me abozalan
será que extraña al mordisco ausente
Para qué el diente entonces…
si sólo se hambruna. ¡Díselos, Darwin, porfa’!
Pienso irme
siempre
y siempre el aeropuerto me restriega la deuda cebollada
y dilato al máximo mi exilio…
no hay que decapitar el respiro prestado
Thursday, April 06, 2006
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2 comments:
Puede ser patológico pero el mal de insularismo está acabando conmigo. Vivir en este paisito con ínfulas de país es un indicio de sensatez ramplona.
El insularismo a veces lo creamos nosotros mismos.
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